COMO SOY COMO PAPÁ / MAMÁ Y QUE TIPO DE HIJO ESTOY FORMANDO

Para explicar esta parte debemos saber reconocer cual es el tipo de relación que tenemos con nuestros hijos y que tipo de padres somos; para lo cual consideraremos dos aspectos básicos que influyen en la formación integral de nuestros hijos:

Por un lado tenemos EL AMOR como base del vínculo que el niño debe establecer consigo mismo y luego con los demás a partir de lo que reciba de los seres más significativos como lo son sus padres.
Para conocer el nivel de amor que brindamos a nuestros hijos imaginaremos una “escala de Amor”, que va desde demasiado afectuoso en un extremo, hasta la hostilidad en el otro extremo.
El segundo aspecto importante a tomar en cuenta para saber el tipo de padre que somos es LA AUTONOMIA la que implica la forma de enseñarle a nuestros hijos a valerse por sí mismo y a hacer frente adecuadamente a las dificultades que se les presente en cada etapa de su vida
Para conocer el nivel de autonomía que brindamos a nuestros hijos imaginaremos una “escala de Autonomía”, que va desde demasiada autonomía en un extremo, hasta el control en el otro extremo            

 
 
 
Si juntamos ambas escalas podemos analizar los siguientes tipos de padres:
Amor - Control: Son los padres que por lo general piensan que son totalmente responsables de todo lo que pueda pasarles a sus hijos, que su misión es ayudarles haciéndoles las cosas porque consideran que sus niños no saben, no pueden, todavía son muy pequeños. Son excesivamente nerviosos cuando sus hijos realizan algo por sí solos, fijándose mas en sus errores e imperfecciones reafirmando su idea que no puede hacerlo solo. Son del tipo SOBREPROTECTOR.
Hostilidad – Control: Son los padres que por lo general piensan que los hijos tienen la obligación de obedecerlos, haciendo lo que dice el padre, cuando y como se lo dice, fijan su atención en los errores y equivocaciones castigando de todas las maneras posibles y con muchas amenazas previas, elogiando el comportamiento excepcional e ignorando el comportamiento normal. Son del tipo de padres AUTORITARIOS
 Hostilidad – Autonomía: Son los padres que piensan que si le resuelves sus problemas les impides que aprendan, se muestran muy preocupados si el niño muestra dependencia o les pide ayuda. Prestan muy poca atención cuando realiza algo adecuado para su edad, elogian muy poco sólo la conducta excepcional, castigan solo a veces, cuando realizan algo que les resulta demasiado molesto para ellos mismos. Son del tipo de padres INDIFERENTES
 Amor –Autonomía: Son los padres que piensan que aprenderán poco a poco teniendo sus errores, se sienten tranquilos mientras que sus hijos muestran progresos, elogian los esfuerzos y los logros, castigan con firmeza y regularidad ante la conducta indebida. Son del tipo de padres DEMOCRÁTICOS.
 
Revisemos la relación entre las características de cada estilo educativo y las consecuencias en la crianza de los hijos:
 
a) Padres autoritarios
Se caracterizan por utilizar un alto nivel de exigencia en todos los aspectos de la vida de sus hijos/as. No son receptivos a las necesidades del niño/a ni cambian sus técnicas de disciplina en función del contexto, de la edad o de otras variables. Consideran que la razón es siempre de los padres/madres y que el respeto de los hijos/as proviene del temor. Los padres/madres imponen las soluciones en los conflictos que se plantean y dirigen y controlan todo el proceso de toma de decisiones. Cuando surgen conflictos utilizan estrategias caracterizada por el empleo de la fuerza, a nivel de amenaza o de ejecución real, la retirada de privilegios, de afecto etc. Critican a la persona ("eres un inútil"), no las acciones de la persona, lo que genera una baja autoestima.
Consecuencias educativas:
Los niños criados en este ambiente tienden al conformismo y a la sumisión. Raramente son líderes, aceptan de buen grado la voluntad de otros. Son pasivos, tímidos y ansiosos para obtener la aprobación de los demás. No se sienten bien aceptados por el distanciamiento emocional de sus padres y madres. Se sienten aceptados cuando son dirigidos por otros, pueden mostrar bajos niveles de autoestima y altos niveles de dependencia. Pueden mostrar sentimientos de culpabilidad ante la imposibilidad de no cumplir los deseos de sus padres/madres.
 
b) Padres o sobreprotectores
Se caracterizan por ser poco exigentes y tratan de evitar que sus hijos/as se enfrenten a las dificultades de la vida, y van quitándoles obstáculos. Consideran que los hijos/as son buenos y saben qué tienen que hacer y que hay que darles todo lo que piden, especialmente aquello que los padres/madres no pudieron tener. Este ambiente se caracteriza por la libertad acompañada por apoyo emocional. Son padres y madres reacios a poner reglas y a imponer limitaciones a sus hijos/as.
Consecuencias educativas:
Estos/as niños/as tienden a ser egocéntricos, dependientes, con dificultades para el esfuerzo, carecen de autocontrol de sus impulsos y anteponen sus deseos y necesidades a los de otras personas. Todas estas limitaciones alteran las buenas relaciones con sus compañeros/as.
c) Padres democráticos
En este estilo educativo, las relaciones entre padres/madres e hijos/as están presididas por el respeto mutuo y la cooperación. Los padres/madres consideran que se pueden equivocar en las decisiones como cualquier ser humano. Buscan y potencian que los hijos/as puedan aprender autónomamente y que saquen lo mejor de sí mismos/as. Ayudan en la búsqueda de soluciones equidistantes del abandono y de la sobreprotección y consideran que los problemas son un reto para la superación personal.
Consecuencias educativas:
Estas familias desarrollan en los hijos/as el sentido de responsabilidad para que asuman las consecuencias de sus actos. Inducen en los hijos/as habilidades de trabajo en equipo y los hijos/as aprenden actitudes de cooperación, de toma de decisiones y respeto por las reglas.
 d) Padres indiferentes
Estos padres y madres no son receptivos a las necesidades de los niños/as y, además, son indiferentes desde el punto de vista afectivo. No practican de forma coherente ningún tipo de disciplina.
Consecuencias educativas:
Los/las niños/as educados/as en este ambiente muestran conductas impulsivas, rebeldía y pautas de delincuencia. Manifiestan una tendencia a ser más solitarios y aislados socialmente. A menudo tienen problemas emocionales y son inmaduros. Estos resultados parecen ser el efecto de una excesiva libertad que les proporcionan unos padres no afectuosos. Los niños se sienten rechazados y vacíos emocionalmente.