El Tiempo (Piura), La Industria (Trujillo) Correo (Regiones), 21 Dic 2014 |
El Tiempo, Piura 21 12 2014 El Ministerio de Educación ha planteado regresar a la jornada escolar extendida (mañana y tarde) empezando por los 1.000 colegios públicos en los que la infraestructura no usada lo permita, pasando de 35 a 45 horas pedagógicas semanales.Suponiendo que esté bien resuelto el tema del almuerzo y que haya docentes adecuados, es de suponerse que pasar más horas en el colegio redundará en beneficio de los alumnos. La pregunta es ¿qué hacer en esas horas adicionales?
Lo que ocurre actualmente es que en las horas pedagógicas existentes, la gran mayoría de alumnos no aprende lo que se espera de ellos. Se deposita en la responsabilidad de cada alumno “arreglárselas” para estudiar por su cuenta lo que no aprende en el colegio por acción de los profesores.
La mayoría de tareas que reciben para hacer en la casa no están a su alcance, porque son una extensión de lo que no supieron hacer o no hicieron en clase. Cada alumno debe hacer esas tareas (por demás insulsas e irrelevantes) y si no puede –que es lo usual- debe apelar a copiarlas, acompañarse de padres o maestros particulares para que le ayuden o finalmente no las hacen.
Dicho sea de paso, no hay pruebas que esas tareas sirvan para algo para mejorar el aprendizaje de los alumnos. Son más un ritual heredado del pasado que una práctica pedagógica relevante.
Agreguemos a eso que si un alumno no entiende a un profesor en sus clases regulares, sea porque el profesor es incompetente o porque lo que se espera del alumno no está a su alcance, el alumno queda indefenso porque no tiene a otro profesor a quién consultar.
Mi sugerencia es que esas tareas se hagan en el colegio acompañados por profesores en algunas de esas horas agregadas en la jornada extendida, y que los alumnos tengan un pool de profesores a su disposición para consultarles aquellas cosas que no entendieron en la mañana trabajando con sus profesores titulares.
Otras horas podrán usar para el arte y los deportes. De ese modo, todo lo que concierne a las obligaciones escolares quedará resuelto en el horario escolar y luego el alumno podrá jugar, trabajar o dedicarse a asuntos de su interés personal.